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A la hora de dominar el fino arte de la costura, los artistas de las telas y los hilos deben primero dominar con paciencia los diferentes tipos de costuras, sus contextos de uso, su utilidad y su ejecución a nivel técnico para que puedan crear y reconocer obras de calidad. En principio, esto puede llevar muchas horas de práctica, pero será siempre el punto de partida para profesionalizarse y llevar su talento al siguiente nivel.
Hoy hablaremos precisamente de esto, de los principales tipos de puntadas, tanto a mano como a máquina, que incluso los principiantes deben conocer y dominar.
Las puntadas de la costura a mano no ocultan ninguna ciencia compleja y son simplemente todas aquellas técnicas de costura que aplicamos sin depender de una máquina de coser, usando únicamente los hilos y varios tipos de agujas.
Pese a lo que se cree, estas no siempre se pueden sustituir por medio de una máquina, ya que te permiten aplicar con precisión detalles en la tela que le dan un valor artesanal incalculable a las prendas y que diferencian a los buenos costureros de los inexpertos.
Controlar las puntadas a mano te da control sobre tu obra y sobre los detalles, lo que facilita que, al hacer las costuras finales, todo quede perfecto y sin errores. Algunas puntadas básicas que cualquiera debe saber aplicar son:
La puntada de hilván es un tipo de costura a mano que sirve para ajustar dos trozos de tela de manera temporal, es decir, es un tipo de costura que usamos cuando deseamos hacer una prueba de ajuste antes de usar la máquina o de coser las piezas de manera permanente.
Para hacerla simplemente insertaremos la aguja desde abajo hacia arriba en la tela, haciendo saltos en la aguja de entre 1 y 2 centímetros.
Es importante no apretar demasiado, sino lo justo para que la tela permanezca unida y resistente a una manipulación suave, ya que es solo para probar.
El punto de bastilla y de hilván son básicamente lo mismo, simplemente que en la bastilla doblaremos la tela para hacer y ajustar fruncidos, por lo que el hilo debe quedar bastante suelto.
A la hora de hacer bastillas es importante que hagamos dos filas de ellas de manera paralela, ya que esto asegura que el fruncido no se desarme antes de corregir o de coser definitivamente.
El pespunte, a diferencia del hilván o de la bastilla, lo que busca es hacer una costura definitiva visible, por lo que viene muy bien a la hora de crear remates como los que tenemos en las mangas de un suéter cosidos a mano o en el dobladillo de los jeans.
Para hacerla, introduciremos la aguja desde la parte trasera de la tela hacia el frente, luego iniciaremos un punto similar al de bastilla, pero cuando la aguja salga nuevamente, en lugar de seguir, nos regresaremos al punto anterior, como si intentáramos cerrar el espacio en blanco que hemos dejado atrás.
Sacamos la aguja 1 o 2 centímetros más adelante y nos regresamos nuevamente, como si cosiéramos en espiral hacia atrás. Siempre regresando la aguja por el punto en el que partimos antes. El resultado debería ser una línea aparentemente recta.
El punto escondido es lo que normalmente llamaríamos costura invisible y es la que preferiremos para coser dobladillos, cierres ocultos y uniones de tela. Para conseguirlo, debemos insertar la aguja desde la parte interna del dobladillo y tomar una cantidad, lo más pequeña posible de tela de la parte superior, luego del dobladillo nuevamente y así hasta terminar, con una distancia muy corta entre cada puntada.
Este punto requiere de bastante práctica, pero se vuelve adictivo una vez que descubres que puedes coser piezas de tela sin dejar rastros a simple vista.
El punto del ojal es uno de los más complejos de hacer a mano, sin embargo, es de los más necesarios que nos podemos encontrar. En palabras muy simples, esta es la costura que rodea los orificios de los ojales donde van ubicados los botones para evitar que se desgarre la tela.
Para hacerlo, comenzaremos casi siempre por la parte baja del ojal he iremos introduciendo la aguja, dándole vuelta al ojal para formar un pequeño círculo, damos la siguiente puntada y antes de tirar, pasaremos la aguja por el lazo que ha quedado de la puntada anterior, envolviendo la aguja y creando un efecto de nudo.
El truco de esta puntada está en saber tirar lo justo para que no se frunza la tela, pero que tampoco se termine de abrir el ojal.
En la costura de máquina las reglas cambian un poco, ya que no será necesario tener tanta delicadeza y detalle para coser, sin embargo, el peso de la tarea recaerá en nuestras capacidades para trabajar con el material, hacer buenas guías, entender los patrones, marcar las piezas y unirlas eficientemente sin que haya deslizamientos, rupturas o errores de costura.
Algunas de las costuras que debemos aprender a realizar sí o sí en la máquina son:
La costura recta también puede hacerse a mano, pero la realidad es que nunca va a ser tan rápida ni eficiente como en máquina. Utiliza prensa-telas, clips, alfileres o hilvanes si lo necesitas para mantener las telas bien unidas antes de pasar la costura, ya que es esencial que quede lo más recta posible y eso dependerá exclusivamente de ti.
Puedes variar la velocidad de costura y sobre todo la separación de la puntada para que se adapte mejor al tipo de material que coses. A mayor grosor de la tela, te conviene separar un poco más las puntadas.
El sobrehilado es un tipo de costura fundamental en máquina y consiste en coser los bordes de las telas para evitar que estas se rasguen o se deshilachen.
Cada tipo de material será más o menos fácil para sobrehilar, por lo que la mejor recomendación inicial es que practiques siempre con telas de prueba para que puedas medir qué tan bien responde el material.
La puntada remarcada o puntada hacia atrás es una técnica de costura o tipo de puntada en máquina que consiste en repasar hacia adelante y hacia atrás la misma puntada, de manera que podamos asegurar el hilo de costura para que este no se salga y termine por dañar la prenda.
Se suele usar al inicio y al final de las costuras a modo de sellar los eslabones más débiles del hilo.
Las costuras francesas, más que puntadas, son un tipo de costura invisible que también podemos hacer, pero esta vez a máquina (a diferencia del punto escondido) que funciona muy bien para todo tipo de prendas.
Para hacerla debes colocar los dos trozos de tela a unir con los reveses (espalda contra espalda) y luego aseguras los bordes de la costura.
Realiza una costura recta a 1 cm del borde y quitas el excedente (un poco más de la mitad). Acto seguido volteamos la tela para que queden frente con frente y pasamos una nueva costura a 0,5 cm, evitando coser por encima de los márgenes de costura del anterior.
El resultado debe ser un interior suave y una costura invisible por la parte frontal.
La costura en zigzag es nuestra mejor aliada para coser telas elásticas y la usaremos tanto como podamos con este fin, además, puede tener usos estéticos si sabemos dónde ubicarlas, además de que las podemos emplear para acabar bordes con muy buenos resultados.
Un truco para hacer o practicar correctamente con este tipo de puntadas es inmovilizar adecuadamente los elásticos, ya que, si se estiran demasiado durante la costura, el resultado puede llegar a ser fatal.
Prueba diferentes longitudes y anchos para adaptarte a cada tipo de tela y, sobre todo, siempre practica en trozos de prueba, antes de hacer las costuras definitivas.
Hasta aquí la pequeña guía básica de hoy sobre los tipos de costuras o puntadas más esenciales tanto a mano como en máquina. Esperamos que esto pueda servirte de ayuda y no te olvides que esto es solo una orientación, si quieres profundizar en estos temas, te recomendamos entrar en nuestros talleres de patronaje y costura para que puedas profesionalizarte con nuestros expertos.
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